Ir al contenido principal

Sin nada que perder




En el oeste del estado de Texas, la crisis económica ha golpeado con fuerza. La industria está paralizada y la burbuja inmobiliaria tiene a muchas personas a punto de perder su casa. A los paisajes áridos de la zona se le suma un aura de decadencia, soledad y miseria, propio de la frustración de los sueños rotos. 

Aunque muchos no lo advierten, mientras el sistema colapsa, genera rebeldes, hombres que se niegan a naufragar  en la desdicha y a los cuales no les importará romper las reglas para salir adelante.

En este contexto los hermanos Howard, Toby (interpretado por Chris Pine) y Tanner (interpretado por Ben Foster), acaban de perder a su mamá, víctima de una penosa enfermedad y del acoso permanente de un banco, que quiere cobrar su hipoteca embargando la granja donde ellos crecieron.

A manera de desquite, como único recurso para asegurar el patrimonio que le heredarán a sus familias, y conscientes de que no tienen nada que perder, diseñan un plan maestro para asaltar las sucursales del mismo banco al que deben la hipoteca. 

La idea es perfecta. Llegan en la mañana, antes de los clientes, acosan al primer dependiente y se llevan solamente los billetes de baja denominación. Cuando tienen suficiente, cambian el dinero en un casino, juegan un poco y lo justifican como ganancias. 

Sin hacerle daño a nadie, van cumpliendo su meta hasta que el ranger Marcus Hamilton (Jeff Bridges), quien está a pocas semanas del retiro, intuye sus planes y los pone a prueba para ver si, en realidad, están dispuestos a cumplir con su cometido contra viento y marea.

Hell or high water es en western moderno, una película policiaca del oeste con elementos de road movie, que tiene su punto más alto en las actuaciones de Jeff Bridges y Ben Foster. El primero como el insoportable ranger, que se las sabe todas y que discrimina a su compañero por ser mestizo. El segundo como el hermano mayor mandón, un ex convicto pendenciero que no le teme a la muerte. 

Con una dirección sobria, sin mayores pretensiones, David Mackenzie presenta una excelente película, cuya historia toma mucha fuerza por el subtexto y la crítica soterrada que realiza.

Entre las nominadas en la categoría de Mejor Película de los Óscar 2017, fue una de las más entretenidas, pero no se llevó ninguno de los 4 galardones a los que aspiró.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El hombre callado

“Cuídense del hombre callado, porque mientras otros hablan, él escucha; mientras otros actúan, él planea, y cuando ellos finalmente descansan, él ataca”, Anónimo. ¿Cuánto poder pueden tener los vicepresidentes? y ¿Qué tan responsables son de lo que sucede en sus gobiernos? Dick Cheney fue el 46º vicepresidente de Estados Unidos, compañero de fórmula de George W Bush, y uno de los estrategas republicanos más influyentes de los últimos tiempos, quien a pesar de no tener una figura visible en los medios de comunicación, sí estuvo detrás de muchas de las acciones más recordadas del gobierno que vio caer el World Trade Center. Adam McKay, el director conocido por su excelente uso del sarcasmo y su gusto por desvelar escándalos, se le midió a sacarlo del anonimato y presentar su ascenso al poder y lado más oscuro, en el drama político Vice, que aspira a ocho premios Óscar, entre ellos Mejor Película. La primera característica que salta a la vista desde el pri

Las 3 mejores canciones de Suicide Squad

Número 1: Bohemian Rhapsody.  Jamás sale en la película, pero fue la que nos emocionó durante los avances. Ver aparecer a cada uno de los supervillanos, al ritmo de la introducción a capela de la canción de Queen, eriza la piel. Lástima que solo haya sido eso.  Número 2: Sucker for Pain  es una canción hecha para la banda sonora que aparece en los créditos finales de la cinta. La combinación de rap con rock alternativo va muy bien con este equipo de antihéroes. Número 3: You Don't Own Me. Se escucha de fondo en una de las escenas introductorias de la sensual Harley Quinn. El ritmo y la forma en que es utilizada refleja muy bien su personalidad sicótica, una de las pocas que resalta en la cinta.

El libro de la vida

Una apuesta entre La Catrina, gobernante de la tierra de los Recordados, y Xibalba, gobernante de la tierra de los Olvidados, convierte a tres niños en objeto de una disputa de amor que determinará el destino de la humanidad. Esa es la premisa de El Libro de la Vida, una película animada del año 2014, producida por Guillermo del Toro, dirigida por Jorge R. Gutiérrez, que cuenta con las voces en su versión original de Diego Luna, Zoe Saldaña, Channing Tatum, Eugenio Derbez, Dani Trejo, entre otras estrellas.  El triángulo amoroso entre Manolo, Joaquín y María sirve de excusa para narrar una historia entrañable, mágica, divertida que no solo cautiva el corazón de los niños, con sus excepcionales gráficos, sino que conquista la atención de los adultos, gracias a que dilucida una de las tradiciones más ricas de la cultura mexicana: el día de los Muertos. Un entramado que lleva al espectador a descubrir los mundos que están más allá de lo evidente, dejando un mensaje enterne