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Mostrando las entradas con la etiqueta actor

Robin Williams: Un reencuentro desafortunado con el héroe infantil

Dice el viejo adagio popular que todo muerto es bueno, quizás, porque en medio de la tristeza, familiares o amigos tratamos de magnificar los valores, talentos, alegrías o los recuerdos vividos al lado de aquel que debemos despedir para siempre. Pero cuando evitamos caer en las trampas de la nostalgia, y logramos recordar -dejando a un lado los sentimientos- podemos llegar a entender que, muchas veces, solo estamos tratando de revivir una pequeña alegría o manifestando inconscientemente un sentimiento de culpa por no haber compartido o valorado lo suficiente a esa persona. Aunque a veces, también llega el desencanto, los hechos concretos nos ayudan a bajar del pedestal a quien veíamos casi perfecto. Pues bien, eso justamente me pasó con Robin Williams, luego de volver a ver algunas de sus películas. Mi infancia -vivida en la década del 90'- recibió un golpe letal y siento que el hombre de sonrisa amplía y ojos vivaces solo era un espejismo, un personaje que rea

Siempre falta una película por ver: La audacia de Philip Seymour Hoffman

Al mirarlo desde lejos, Philip Seymour Hoffman parecía el hombre perfecto para hacer comedia en Hollywood, esos tipos para los que la industria cinematográfica escribe papeles del mejor amigo del protagonista, que siempre fracasa en sus intentos románticos, y que termina siendo el más querido y recordado del filme. No obstante, el drama estuvo inmerso en la mayoría de sus interpretaciones, en las que mostró su versatilidad para cambiar de rostro, actitud, voz y motivación; ostentando una filmografía mucho más larga e interesante, que el corto historial que la mayoría conocemos. Por eso, decidí sentarme frente a un Philip Seymour Hoffman desconocido: frente a Wilson Joel, Caden Cotard y Scotty J., tres hombres que demostraron la capacidad artística de un actor que vivió, con calidad, más de 50 vidas en pantalla. Con amor, Liza (2002) Director: Todd Louiso           “La esposa de Wilson Joel comete suicidio sin un motivo aparente. Una noc

El drama de la risa

Una carrera brillante, compuesta por papeles dramáticos y cómicos que convencieron al público; un premio Oscar con cuatro nominaciones, y una muerte trágica son los rasgos en común que tienen dos actores que, de manera inesperada, dejaron las pantallas y el mundo, para convertirse en un ejemplo de la crueldad del éxito: Philip Seymour Hoffman y Robin Williams. El primero, que falleció el pasado 2 de febrero, vivió el momento cumbre de su carrera en el 2005, cuando interpretó de manera magistral al escritor Truman Capote, en la cinta Capote, del director Bennett Miller. Allí demostró su capacidad, cambiando el tono grave de su voz por la delicada forma de hablar de su personaje, y su contextura gruesa por la de un hombre mucho más fino; pulió cada una de sus actitudes para convertirse en la representación más fiel del escritor analítico y afeminado, que lo llevó a dar las gracias en la ceremonia de los Premios de la Academia, de 2006. También, tuvo a su cargo roles