Ir al contenido principal

Entradas

Siempre falta una película por ver: La audacia de Philip Seymour Hoffman

Al mirarlo desde lejos, Philip Seymour Hoffman parecía el hombre perfecto para hacer comedia en Hollywood, esos tipos para los que la industria cinematográfica escribe papeles del mejor amigo del protagonista, que siempre fracasa en sus intentos románticos, y que termina siendo el más querido y recordado del filme. No obstante, el drama estuvo inmerso en la mayoría de sus interpretaciones, en las que mostró su versatilidad para cambiar de rostro, actitud, voz y motivación; ostentando una filmografía mucho más larga e interesante, que el corto historial que la mayoría conocemos. Por eso, decidí sentarme frente a un Philip Seymour Hoffman desconocido: frente a Wilson Joel, Caden Cotard y Scotty J., tres hombres que demostraron la capacidad artística de un actor que vivió, con calidad, más de 50 vidas en pantalla. Con amor, Liza (2002) Director: Todd Louiso           “La esposa de Wilson Joel comete suicidio sin un motivo aparente. Una noc

El drama de la risa

Una carrera brillante, compuesta por papeles dramáticos y cómicos que convencieron al público; un premio Oscar con cuatro nominaciones, y una muerte trágica son los rasgos en común que tienen dos actores que, de manera inesperada, dejaron las pantallas y el mundo, para convertirse en un ejemplo de la crueldad del éxito: Philip Seymour Hoffman y Robin Williams. El primero, que falleció el pasado 2 de febrero, vivió el momento cumbre de su carrera en el 2005, cuando interpretó de manera magistral al escritor Truman Capote, en la cinta Capote, del director Bennett Miller. Allí demostró su capacidad, cambiando el tono grave de su voz por la delicada forma de hablar de su personaje, y su contextura gruesa por la de un hombre mucho más fino; pulió cada una de sus actitudes para convertirse en la representación más fiel del escritor analítico y afeminado, que lo llevó a dar las gracias en la ceremonia de los Premios de la Academia, de 2006. También, tuvo a su cargo roles

Cicatrices compartidas II: Brad Pitt

A pesar de que Brad Pitt tiene casi el doble de la edad que Heath Ledger tenía cuando interpretó al Joker de ‘Batman, el caballero de la noche’, el actor norteamericano sería una excelente alternativa para encarnar al villano, en una hipotética cuarta parte de la saga dirigida por Christopher Nolan. Detalles tan simples como la forma del rostro ya le darían una ventaja competitiva frente a cualquier otro que intente maquillarse como el payaso, ponerse el traje morado de chaleco verde y salir a hacer arder el mundo. Brad, en personajes como el de Jeffrey Goines de la magnífica 12 Monos, ha demostrado que puede encarnar el delirio, que puede reflejar la demencia en sus ojos y desarrollar cualquier tic nervioso, como refregarse la lengua en los labios ocasionalmente y así generar repudio. Además, ¿qué amante del buen cine puede obviar la tremenda interpretación del teniente Aldo Raine, líder de los Bastardos sin Gloria de Tarantino? Con ese trabajo Pitt evidenció que, para repres

Cicatrices compartidas I: Javier Bardem

Ponerle un nuevo rostro a un ícono pareciera el desafío más grande de un cineasta. Cambiar la idea sobre un personaje, la imagen mental de un nombre y crearle una mirada diferente a un mismo vestido, dándole una personalidad definida, pero similar a la que se supone es suya, convirtiéndolo en un ente más radical, cercano a la muerte y a su disfrute. Javier Bardem, el actor español ganador de un Oscar a Mejor Actor de Reparto, ya se ha acercado a esa muerte, la ha gozado y reclamado. La ha tenido tan cerca como la brisa que mueve las hojas o como el oxígeno comprimido que atraviesa una frente. Ha cambiado de rostro y peinado, sin temor a transformarse en un villano despiadado, en el rival del agente secreto más famoso del mundo y en un hombre que atrae el caos a su paso sin ningún remordimiento. Le ha dado vida al cerebro que desea dejar de pensar, que solo razona sobre la libertad y el trauma de caer en la superficie adentrándose en la profundidad de los problemas e

Tras las cicatrices de Ledger

El hombre que ríe del caos, que nos invita a no estar tan serios y a sentir gusto por lo macabro, es uno de los villanos de Batman que supo convertirse en el favorito de toda una generación, gracias al actor que decidió volver a ponerle un rostro, después de haber estado dibujado sobre una de las estrellas de cine más grandes del siglo XX. Heath Ledger dejó una marca imborrable sobre el público que pudo conocer su carrera de cerca, o incluso desde la lejanía de quien un día cualquiera se dispuso a ver The Dark Knight, enfrentándose al Joker o Guasón, que lo llevó hasta el límite de la vida y a obtener un premio Oscar que nunca pudo agradecer. Desde la incertidumbre que ha dejado la última entrega del hombre murciélago bajo la dirección de Christopher Nolan, en Cinema Redrum nos dispusimos a preguntarnos quién podría llenar los zapatos de ese mítico personaje y del actor australiano que pulió cada uno de sus rasgos para adentrarse en la sonrisa impresa en las mejillas. U

Una pelea desde el sofá

Una vieja estrella del boxeo, consumidor de crack y egocéntrico empedernido es el estandarte sobre el que se sitúa The fighter, la película de 2010 del director David O. Russell, basada en la vida de los boxeadores Micky y Dicky Ward. Christian Bale es el encargado de darle vida a uno de los personajes, de una manera tan magistral que cualquier irregularidad en cuanto a ritmo que tiene el filme es obviada, ya que con una simple mirada el actor, galardonado con un Oscar por este papel, le brinda todos los atractivos necesarios al guión. Su apariencia física, sus gestos y movimientos demuestran la calidad que tienen ciertos actores, o la capacidad de estos de meter en su piel una nueva personalidad, desafiando cualquier argumento y encargándose del encanto principal de la película, pues, aunque esta es sin duda una muy buena, Bale se queda con todos los elogios. El trasegar de la carrera de este actor ya nos había demostrado sus capacidades para cambiar físicamente, ya q

“No me gusta que escribas sobre mí” Todo sobre mi madre

Una mujer que pierde a un hijo y, con él, todo el sentido de su vida; un viaje en el que regresa en el tiempo y el espacio a la ciudad en la que conoció el amor sin condiciones, y en la que se reencuentra con el universo que abandonó por darle un rumbo diferente a su primogénito. Todo sobre mi madre es una película de 1999, del director español Pedro Almodóvar, en la que una historia frustrada por el deseo de tener un autógrafo, llevan a la protagonista a escribir con sus pasos la realidad que nunca contó, y acercase de nuevo a personajes que prueban su fortaleza. En esta cinta, la mujer y sus diferentes caras continúa siendo la inspiración principal de Almodóvar, así como esos escenarios y vidas irreverentes que no siempre se encuentran en el cine, que abren los ojos y la mente para aceptar el lado humano de una prostituta, de un travesti o de un demente senil. Actuaciones, fotografía, banda sonora y dirección perfectas enmarcan el dolor desgarrador en un nuevo comienz