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La maldición de La Llorona

Pasillo oscuro, silencio incomodo, un personaje cualquiera va caminando muy despacio en busca de alguien o algo, sabe que se debe alejar de ahí, pero, aun así, no se detiene; de repente, aparece una figura fantasmagórica al mismo tiempo que, de golpe, se escucha un grito, gruñido o lamento… el espectador salta de la silla, a pesar de que ya sabía lo que iba a suceder. La receta se repite una y otra vez, hasta que aburre y deja de sorprender. Así se resumen la gran mayoría de historias de terror que llegan a las salas cine cada mes y es la firma de la saga de películas del Expediente Warren que, si bien tuvo un acierto gracias a las dos primeras entregas de El Conjuro, con La maldición de La Llorona, que supuestamente es otro capítulo de este universo, da un paso en falso. Inspirada en la famosa leyenda latinoamericana sobre ese espíritu condenado al lamento eterno por haber asesinado a sus hijos, la cinta se ubica en Los Ángeles de la década del 70, y cuenta la historia de A

Increíblemente real

A Ron Stallworth no le bastó con ser el primer policía negro en la historia de Colorado Springs, tampoco le alcanzó con ser aceptado en el equipo de detectives, no, él quiso ir más allá y se atrevió a ingresar, en cubierto, a el Klu Klux Klan. Sí, en el año de 1979 la organización racista, xenófoba, antisemita más peligrosa de la historia de los Estados Unidos aceptó entre sus filas, sin saberlo, a un afroamericano.  Y Ron, ¿cómo lo consiguió? Gracias a la ayuda de un judío. ¿Acaso la realidad puede llegar a ser más sorprendente, más irónica? Este es solo el punto de partida de El Infiltrado del KKKlan (2018), la más reciente realización del polémico director Spike Lee, una gran propuesta estética y narrativa, aderezada con su inconfundible irreverencia, un filme que logró 6 nominaciones en los Premios Óscar 2019: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor de Reparto, Mejor Guion Adaptado, Mejor Montaje y Mejor Banda Sonora, y que fue ovacionado en algunos de los grand

Cuando toques en el sur

Armenia, 20 de febrero de 2019 Querido Don Shirley, Podrás ser el pianista más virtuoso de tu generación, podrás ser un hombre refinado, de buenos modales y buen gusto, podrás tener mucho dinero, habitar un ‘palacio’ encima de un teatro, sentarte en un trono y tener todas las piezas de arte que siempre deseaste, pero, sabes qué, vives en Estados Unidos, en plena década del 60 y eres negro. Por más que trates de rendirle pleitesía a los blancos que te contratan por tu maravillosa forma de tocar, son muy pocos los que realmente te valoran fuera del escenario, ellos te ven como la excepción, como el negro que aprendió a interpretar magistralmente a Chopin, aunque tuvo que conformarse con tocar ‘canciones populares’, ya que lo veían como una excentricidad. No olvides que llevas a cuestas el peso de la historia de tu estirpe, tus ancestros no llegaron al Nuevo Continente a bordo de La Niña, La Pinta o La Santamaría, ni venían con los padres peregrinos, por el contrario, llega

El rugido de la igualdad

Wakanda es el país africano en el que persisten las costumbres ancestrales de las tribus de su pueblo. Un región rica en un metal conocido como vibranio, que ha impulsado su desarrollo tecnológico, y gobernada por un rey con la habilidad de transformarse en un superhéroe conocido como Black Panther, el encargado de defender e impedir que su fuente de poder sea conocida fuera de sus fronteras. Tras la muerte de su padre, el nuevo líder del país, T’Challa, se enfrentará no solo su primer fracaso, sino también a su primer enemigo que ha llegado desde Estados Unidos, para reclamar el poco valor de los wakandianos en el momento de defender y preservar al resto de comunidad negra del mundo, que sí debe padecer necesidades y humillación. Aunque no es el primer súperhumano negro, como se ha afirmado, Black Panther sí es pionera en destacar sus raíces africanas en pantalla, y es la primera película de héroes nominada al Óscar en la categoría principal.  Esta cinta se encargó de

El hombre callado

“Cuídense del hombre callado, porque mientras otros hablan, él escucha; mientras otros actúan, él planea, y cuando ellos finalmente descansan, él ataca”, Anónimo. ¿Cuánto poder pueden tener los vicepresidentes? y ¿Qué tan responsables son de lo que sucede en sus gobiernos? Dick Cheney fue el 46º vicepresidente de Estados Unidos, compañero de fórmula de George W Bush, y uno de los estrategas republicanos más influyentes de los últimos tiempos, quien a pesar de no tener una figura visible en los medios de comunicación, sí estuvo detrás de muchas de las acciones más recordadas del gobierno que vio caer el World Trade Center. Adam McKay, el director conocido por su excelente uso del sarcasmo y su gusto por desvelar escándalos, se le midió a sacarlo del anonimato y presentar su ascenso al poder y lado más oscuro, en el drama político Vice, que aspira a ocho premios Óscar, entre ellos Mejor Película. La primera característica que salta a la vista desde el pri

La menos favorita de Lanthimos

La reina Ana Estuardo gobernó Inglaterra, y fue la primera monarca del Reino Unido, entre 1702 y 1714. Era una mujer frágil e insegura, debido a que la enfermedad y la desventura invadieron su vida desde muy joven. Perdió 17 hijos, la mayoría nacidos muertos, y enfrentó algunos conflictos familiares antes de ascender al trono, tras la muerte de su cuñado. Para mantener la estabilidad y tomar decisiones, Ana siempre recurrió a terceros, en especial a su amiga Sarah Churchill, una mujer imponente y sagaz, a quien nombró duquesa de Marlborough, y quien fuera su aliada, tanto para temas coyunturales como para masajes y celebraciones. Sin embargo, con la llegada de Abigail Marsham a palacio, una joven de actitud complaciente y servicial, el corazón de la reina Ana se dividió en dos, provocando que ambas mujeres iniciaran una disputa sin precedentes por convertirse en la favorita. Con una mezcla de realidad y ficción, el director griego Yorgos Lanthimos presenta esta histor

Cinco grandes ausencias de los Óscar 2019

El próximo 24 de febrero en el teatro Dolby de Hollywood, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos realizará la edición 91 de los premios a lo mejor del cine norteamericano. Los reconocimientos más populares del planeta tienen a grandes películas en su ramillete de aspirantes, pero otras, como ya es costumbre, están entre las nominadas gracias al cabildeo ejercido por productores avezados que tienen el presupuesto y el tiempo para influir en la opinión de los respetados miembros del gremio. Es bien sabido que por la gran cantidad de películas que se postulan, muchos de los que votan ni siquiera tienen el tiempo para verlas, así que existen factores ajenos a la calidad cinematográfica que juegan un papel determinante a la hora de escoger cuáles son nominadas y cuáles son las ganadoras. Hay películas emblemáticas de la historia del séptimo arte que no obtuvieron ningún Óscar, y ni qué decir de los directores de culto que no recibieron la estatuilla. El Ciu