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Annie Hall o la destreza del relato




Dos extraños amantes es como se conoce el título castellanizado de la película de 1977 Annie Hall, una de las obras cumbres del gran director neoyorkino Woody Allen.

Esta es una historia sencilla, de un romance entre el comediante Alvy Singer (Woody Allen) y la actriz y cantante Annie Hall (Diane Keaton). Una relación que, entre las inseguridades y los sueños de ambos, se mueve por los matices del enamoramiento, el tedio y la separación. Sin embargo, más allá de la trama, esta película se hace inolvidable por la manera en qué fue narrada.

Con un monólogo memorable por su construcción lingüística, el director introduce al espectador en la historia y da entender esa manera trágica que el personaje principal tiene de ver la vida y las relaciones interpersonales. Luego, secuencia a secuencia, con saltos en el tiempo y momentos surrealistas, como la aparición del filósofo Marshall McLuhan en la fila de un cine para contradecir a un crítico de su obra, va construyendo la mejor comedia romántica que se ha filmado en la historia del séptimo arte.

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