Ir al contenido principal

Cuando el realismo mágico se toma la pantalla




Para evitar el desalojo injusto de la pensión en la que habita, un grupo de inquilinos se une en una misión quijotesca: irse, abandonar el predio, aceptar el desahucio pero con la casa a cuestas.

Siguiendo el ejemplo del caracol, demostrarán que, aunque muchas veces las batallas están perdidas de ante mano, lo más importante es dar la pelea para mantener con vida lo más sublime del espíritu humano: la dignidad.

Catalogada como una de las mejores películas colombianas de todos los tiempos, La Estrategia del Caracol es una historia entrañable, que atrapa, gracias a un guión construido con la destreza de un artesano, pues no deja vacíos en su concepción, tanto así, que los detalles reflejan aquello que hizo inmortal a la literatura del nieto del coronel de Aracataca: el realismo mágico.

La cinta, que fue rodada en 1993, está impregnada de eso, de la fabulosa realidad colombiana. Un niño, que intuyendo su muerte, se la pasa conversando solo, alejado de los demás, sin jugar, hablando tal vez con la sombra de la parca. La virgen que se aparece en el momento más indicado para motivar la decisión de una vieja matrona y un tesoro que es hallado en el momento en el que la quijotesca empresa va a pique por la escasez de recursos.

Para destacar las actuaciones, sería muy injusto dejar por fuera a algunos de los excelentes actores que participan de una puesta en escena magnifica, pero Frank Ramírez y Delfina Guido, ante todo esta última, se quedan con gran parte de los elogios.

La Estrategia del Caracol es por mucho, un clásico de la cinematografía latinoamericana que vale la pena repetirse cuantas veces sea posible.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

De lo bizarro a lo conmovedor: Mi reencuentro con Lena Dunham

  Por Camila Caicedo Después de casi diez años de su final, esta semana terminé de ver Girls , la serie creada por Lena Dunham, que en los veinte me hacía sentir identificada con la idea de estar en el mundo para un éxito desmedido, pero no saber por dónde empezar. Ahora que estoy en los treinta, la serie me mostró, en sus últimas temporadas, aquellas amistades que se separan, en especial cuando todas las integrantes viven en una competencia eterna por ser mejor, y las historias irreverentes que me causaron gracia y desespero por su actitud, pero que, a la vez, fueron una muy buena respuesta a la incógnita de qué había pasado con ellas. Así fue que regresé a Lena, “la voz de su generación”, como lo dice el personaje de Hannah a sus 24 años, en el primer episodio de esta propuesta que la puso en el mapa de la televisión estadounidense en 2012, al presentar personajes cargados de trivialidades y narcisismo, sin la estabilidad o vida ideal que han proyectado otros. El reencuentro Por ...

Sin novedad en el frente

Por Carlos López. Quizás una imagen del infierno resulte más apacible que las secuencias de batalla que con suma dureza son retratadas en la película alemana Sin novedad en el frente (2022). Esta nueva adaptación de la novela del mismo nombre cuenta cómo el joven e ingenuo Paul Bäumer decide enlistarse en el ejército alemán, obnubilado por la emoción de alcanzar la gloria y defender el honor de su país, porque para él y sus tres amigos combatir en el frente occidental de la Gran Guerra es una aventura, unas vacaciones para demostrar la valentía del pueblo liderado por el káiser, aunque pronto se percata que la realidad es cruenta, dolorosa y horrenda.  En las trincheras no hay gloria, hay fango, sangre, frío, ratas, mierda. No hay honor,  solo el afán de sobrevivir, de no caer ante las balas que zumban entre las detonaciones. Tampoco hay gloria, la lucha no es entre héroes, ni siquiera entre generales, es entre muchachos inexpertos que disparan a la nada, fingiendo gallardía...

Cicatrices compartidas I: Javier Bardem

Ponerle un nuevo rostro a un ícono pareciera el desafío más grande de un cineasta. Cambiar la idea sobre un personaje, la imagen mental de un nombre y crearle una mirada diferente a un mismo vestido, dándole una personalidad definida, pero similar a la que se supone es suya, convirtiéndolo en un ente más radical, cercano a la muerte y a su disfrute. Javier Bardem, el actor español ganador de un Oscar a Mejor Actor de Reparto, ya se ha acercado a esa muerte, la ha gozado y reclamado. La ha tenido tan cerca como la brisa que mueve las hojas o como el oxígeno comprimido que atraviesa una frente. Ha cambiado de rostro y peinado, sin temor a transformarse en un villano despiadado, en el rival del agente secreto más famoso del mundo y en un hombre que atrae el caos a su paso sin ningún remordimiento. Le ha dado vida al cerebro que desea dejar de pensar, que solo razona sobre la libertad y el trauma de caer en la superficie adentrándose en la profundidad de los problemas e...