Llega la primera quincena de junio y,
como cada año, a la cartelera nacional empiezan a llegar las apuestas de los
estudios norteamericanos por alcanzar grandes éxitos de taquilla, películas
para toda la familia, realizadas con la única misión de entretener.
Una de las más esperadas, sin duda, ha
sido Buscando a Dory, secuela del clásico contemporáneo Buscando a Nemo,
producto de la imbatible alianza entre Pixar y Disney, la cual se caracteriza
por hacer películas para adultos que le gustan a los niños.
Durante su estreno, el pasado jueves, las
salas de cine de la capital quindiana se llenaron de fanáticos, 13 años después
de la primera parte, grandes y chicos gozaron con una nueva y divertida
aventura bajo el agua, pero ¿es en realidad mejor que su predecesora?
Compleja y adorable
La película cuenta la historia de uno de
los personajes más entrañables de la franquicia, Dory, ese pececito cirujano
azul -con un problema de falta de memoria a corto plazo- que ayudó a Marlin a
recorrer el océano en busca del pequeño Nemo.
Esta vez es ella quien necesita atravesar
las profundidades del mar, para encontrar a sus padres, en el camino se
enfrentará a grandes desafíos, encontrará a nuevos amigos y descubrirá los
secretos de su origen.
La introducción de la película se parece
mucho a la de su predecesora, inicia con un flashback que muestra la infancia
de Dory, cómo era la relación con sus padres, cómo, sin quererlo, se separó de
ellos y cómo se encontró con Marlin.
Entonces se empieza a desvelar un
personaje principal complejo, desesperado por la incapacidad de recordar, pero
capaz de sentir el inconfundible llamado del corazón, a través de la nostalgia.
Acompañada de Marlin y de Nemo, el viaje
por las profundidades tiene un giro inesperado cuando Dory es capturada y
llevada a un centro de recuperación y protección de la fauna marina.
Personajes secundarios muy divertidos
En este santuario, Dory se encuentra con
el pulpo Hank, un ser amargado que desea huir, para no ser regresado al océano;
con el tiburón ballena Destiny, que teme a nadar por su vista deficiente, y con
Bailey, una ballena beluga, con gran capacidad de geolocalización.
Juntos hacen un cóctel muy entretenido,
viven mil y una situaciones divertidas, generando en el espectador una ansiedad
por ver qué ha sucedido con los padres de Dory. Al final, una persecución
policial culmina con una de las mejores secuencias de Pixar.
Queda para reflexionar si era necesario
incluir a Nemo y a Marlin en una de las subtramas de la película, ya que no
aportan para el desarrollo del conflicto principal y bien podría pensarse en
una involución de Marlin, con respecto al final de la primera película. Sin
embargo, sus secuencias con tres divertidos leones marinos y con un pájaro
despistado, son otro punto alto de la cinta.
Animación de primera
Es grandioso observar la calidad de
animación de Buscando a Dory, deja un punto muy alto de realismo, iluminación,
textura y contornos sin precedentes.
El pulpo, las nutrias, los leones marinos
y, por supuesto, los peces cuentan con atributos individualizados en el nivel
de detalle, dando como resultado expresiones genuinas y movimientos muy
fluidos. La película no parece hecha por computador, para hacer filmada en el
océano, solo por eso vale la pena ir a verla a la sala.
El mensaje
Buscando a Nemo es una película sobre la
confianza en los seres amados, Marlin, después de su aventura, aprendió a no
sobreproteger a su hijo, a creer en él, a pesar de la adversidad.
En Buscando a Dory, quizás el mensaje no
queda tan claro, aunque se puede resaltar la evolución del personaje, al
aprender a creer en sí misma. Tal vez, esa la gran diferencia entre las dos
cintas. No obstante, no deja de ser una gran película familiar, que se robará
el corazón de chicos y grandes.
Bonus track
Con cada estreno, Pixar sorprende con un
nuevo cortometraje, esta vez trae el titulado Piper: esperando la marea, el
cual se constituye en otra razón para llegar temprano a la sala de cine, pues
se demuestra que para contar un buena historia, solo basta ver la trascendencia
en lo sencillo.
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