Doce naves extraterrestres han llegado a La Tierra, se han posicionado estratégicamente en varios lugares del mundo. Nadie sabe qué quieren, quién las maneja, ni cómo contactar a los visitantes. Los gobiernos del mundo están expectantes, la ciudadanía tiene miedo de esas estructuras ovoides, de más 450 metros de altura, que flotan a pocos metros de la superficie.
En Estados Unidos, los militares han convocado a un grupo de expertos para que les ayude a descifrar unos extraños sonidos que provienen del interior de las naves. La doctora Louise Banks (Amy Adams), una de las más connotadas lingüistas del planeta, acaba de lograr el primer contacto con los tripulantes, unos seres con aspecto de calamares gigantes, a los cuales bautiza como los heptópodos.
No es fácil, su lenguaje es muy distante de cualquier expresión humana conocida, así que cuando un mensaje parece indicar que los invasores traen un arma, las grandes potencias del mundo amenazan con realizar un ataque preventivo. Entonces se desata una carrera contra el tiempo, en la que la doctora tratará de evitar una confrontación bélica de consecuencias devastadoras.
Así podría resumirse, de una manera sencilla, La Llegada, no obstante, esta cinta de 2016, dirigida por el canadiense Denis Villeneuve, podrá recibir cualquier calificativo menos el de simple o de sencilla, porque se trata de una propuesta audiovisual compleja, que se aparta de cualquier relato que trate el tema de invasiones extraterrestres, y apuesta por un punto de vista original en que se da prelación a los conflictos personales sobre las confrontaciones espaciales o explosiones espectaculares.
A través de un juego de ires y venires, el espectador tendrá que ir descubriendo qué es en realidad lo que está sucediendo y, al final, podrá estar un poco confundido, pero, sobre todo, va a estar con la sensación de que aprendió algo nuevo y que acaba de disfrutar una historia profunda sobre los seres humanos y su incapacidad innata de comunicarse claramente.
Al principio podrá parecer un poco lenta, incluso aburrida, mientras se van estableciendo todas las partes de la trama, pero quien aguante y le dé la oportunidad habrá visto una de las mejores películas de ciencia ficción de la historia.
Actuaciones de altura
Tres años después de que La Llegada haya sido estrenada en salas, todavía hay muchas personas que consideran tremendamente injusta la exclusión de Amy Adams del grupo de nominadas a la mejor actriz protagónica en los premios Óscar, y es que gracias a ella, los giros finales del guion consiguen sorprender a los espectadores, la actriz demuestra una tremenda sutileza a la hora de expresar las emociones que embargan a su personaje y conmueve cuando se lo propone.
A su lado, Jeremy Renner da un paso al frente para decir que es un actor de calidad, al que no se le debe encasillar para roles de acción, sino que también puede dar excelentes interpretaciones dramáticas.
Se dice que un gran director de cine es aquel que logra amalgamar cada elemento narrativo para contar una historia inolvidable que emocione, con La Llegada Villeneuve que probó está a la altura de los más grandes. La fotografía, la banda sonora, las actuaciones y el ritmo entre las escenas generan un atmósfera medio sombría que indican que algo está a punto de suceder y cuando por fin ocurre, simplemente, conmueve.
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