Ir al contenido principal

La Guerra del Infinito



Thanos quiere mejorar la calidad de vida de la mitad de los seres vivos del universo, pero lo pretende hacer aniquilando a la otra mitad. Argumenta que los recursos son finitos y que la sobrepoblación poco a poco está provocando un caos de miseria, dolor y hambre donde no hay cabida a la dignidad y, por lo tanto, no vale pena existir. Su planeta, Titán, fue consumido por esta razón, así que se autoproclama como un salvador incomprendido, que tan solo quiere llevar la tranquilidad a todos los pueblos, a través del único mecanismo realmente objetivo: la muerte. No quiere dominar el universo, ni erigirse como rey, no, solo desea sentarse a contemplar una puesta de sol con la serenidad de haber alcanzado el equilibrio cósmico. 

Para lograrlo se ha empeñado en la tarea de reunir las seis Gemas del Infinito, joyas místicas que han existido desde la creación del universo y que pueden controlar el tiempo, la mente, el poder, el alma, el espacio y la realidad; con ellas será omnipotente.. Sin embargo, deberá enfrentarse a un gran grupo de héroes superegocéntricos, que suelen hacer chistes en los momentos menos oportunos y que, de alguna u otra forma, tienen que ver con el planeta Tierra: Los Vengadores. 

Uno de los proyectos más ambiciosos en la historia del cine acaba de llegar a su punto más alto con Avengers Infinity War. 10 años de trabajo, 18 películas entrelazadas, algunas con grandes aciertos, otras intrascendentes, pero todas estas con este fin: la guerra del infinito. El resultado es más que aceptable, es una cinta emocionante, con secuencias épicas, de ritmo trepidante y momentos que mantendrán al espectador al borde del asiento. No es perfecta, tiene muchos vacíos y hechos forzados que busca hacer avanzar la historia y no es autoconclusiva, es decir, no tiene un cierre, habrá que esperar un año para ver el desenlace.  Pero realmente, todo eso no importa, es una experiencia sensorial, que marcará a varias generaciones y que será recordada después de décadas, como hoy son recordadas las sagas de La Guerra de las Galaxias o El Señor de los Anillos. 

Los directores Joe y Anthony Russo lograron amalgamar apropiadamente a más de 20 héroes, en una trama sencilla, donde priman los enfrentamientos y en la que cada escena de acción es más emocionante que la anterior. Encontraron también la manera para que los protagonistas mantuvieran la esencia de sus cintas individuales, no solo en la construcción de los personajes, sino en el aspecto visual y en la música que los identifica. 

Acertaron en darle el protagonismo a Thanos, el villano, que está inmerso en una cruzada en la cual siente que está haciendo algo realmente bueno, con motivaciones creíbles, frente a las cuales es fácil sentir empatía. Construyeron un personaje amenazante, no solo por el aspecto, sino por la personalidad, lo cual le da un tono catastrófico a la película, un hecho inusual en un universo cinematográfico donde se acostumbra a revivir a todo aquel que ha muerto. 

La única debilidad de Infinity War es, paradójicamente, su universo, ya que aquellos espectadores que todavía no han visto las cintas precedentes, quizás disfruten la acción y algunas interacciones de los héroes, pero sin duda, por muchos pasajes estarán fuera de contexto, se perderán en la trama e ignorarán todos los guiños que hacen la cinta aún más disfrutable. 

Infinity War fue pensada como el inicio del fin de una era y, por fortuna, está a la altura de tal responsabilidad. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La simplicidad de estar vivos

Por Camila Caicedo La primera vez que me senté frente a Everything Everywhere All That Once o Todo en Todas Partes Al Mismo Tiempo, estaba en un teatro lleno, con algo de tensión por el círculo que me rodeaba, y a pesar de llamarme la atención desde el cartel y la actriz que veía en él, la película (y la situación fuera de la pantalla) me fue saturando tanto que salí algo mareada, confusa y con el deseo de volver a casa.  En mi segundo encuentro con la cinta, que ya empezaba a ser reconocida por sus logros en taquilla, en plataformas y por su impacto cultural, sentí mucha expectativa por volverla a ver, tanto que cada salto en los multiversos que presenta me emocionó como si nunca la hubiera visto, me hizo llorar con la manera en que aborda la relación entre madre e hija y me generó una sensación de esperanza total en el futuro cinematográfico, gracias a The Daniels, el dúo de directores jóvenes que unidos habían logrado semejante hazaña.  Sin embargo, para escribir esta reseñ...

Tras las cicatrices de Ledger

El hombre que ríe del caos, que nos invita a no estar tan serios y a sentir gusto por lo macabro, es uno de los villanos de Batman que supo convertirse en el favorito de toda una generación, gracias al actor que decidió volver a ponerle un rostro, después de haber estado dibujado sobre una de las estrellas de cine más grandes del siglo XX. Heath Ledger dejó una marca imborrable sobre el público que pudo conocer su carrera de cerca, o incluso desde la lejanía de quien un día cualquiera se dispuso a ver The Dark Knight, enfrentándose al Joker o Guasón, que lo llevó hasta el límite de la vida y a obtener un premio Oscar que nunca pudo agradecer. Desde la incertidumbre que ha dejado la última entrega del hombre murciélago bajo la dirección de Christopher Nolan, en Cinema Redrum nos dispusimos a preguntarnos quién podría llenar los zapatos de ese mítico personaje y del actor australiano que pulió cada uno de sus rasgos para adentrarse en la sonrisa impresa en las mejillas. U...

El médico africano

@kalosw Tras el asesinato de George Floyd, el ciudadano afroamericano cuya muerte desató la ira del pueblo estadounidense,  Spike Lee afirmó, en una entrevista para la BBC, que “el racismo ya era una pandemia global antes del coronavirus”.  A lo largo de su extensa filmografía, Lee ha denunciado la represión, la desigualdad y las injusticias cometidas contra las comunidades negras de los Estados Unidos. El gran director neoyorquino no solo ha impactado al mundo con la crudeza de sus historias sino que ha reivindicando la lucha por los derechos civiles, sin disfrazar la verdad ni dar por sentadas soluciones vacías a un problema que la humanidad ni siquiera ha terminado de dilucidar. Luego de ver una de sus películas, el espectador suele sentirse como si acabara de recibir una bofetada que trata de despertarlo del letargo, de la pasividad ante la existencia; una cachetada que no busca agredir, sino ayudar a alguien a volver en sí. Por esa influencia de Le...