Ir al contenido principal

La cultura del amor


Por Camila Caicedo


El matrimonio arreglado es la forma más tradicional en la que se crean parejas en la cultura pakistaní. A partir de los 20 años de edad, hombres y mujeres pueden considerarse como novios potenciales, y sus familias empiezan a buscar entre sus allegados a la persona que parece la indicada para convertirse en la pareja de sus hijos, organizando encuentros como cenas y citas, para que estos se conozcan y den el paso hacia el altar. 

Todo eso parece una locura para la cultura occidental, en la que es mucho más común que las parejas tengan relaciones largas antes de casarse y en las que los padres no tienen mucho que ver con el cortejo o los noviazgos de sus hijos. Sin embargo, aún en estos países, las familias migrantes de Pakistán mantienen dicha tradición, que para muchos se convierte en una imposición en medio de su nueva realidad.

Esta situación es retratada en The big sick, conocida en español como Un amor insuperable o Por eso lo llaman amor, una película estadounidense de 2017, basada en una parte de la vida de sus dos escritores, Emily V. Gordon y el actor y comediante Kumail Nanjiani, que también es su protagonista.

En ella, Kumail, un hombre pakistaní que vive en Chicago y que aspira a convertirse en un comediante de stand up, debe soportar las costumbres de sus padres que, pese a vivir en Estados Unidos, insisten en arreglarle un matrimonio tradicional, presentándole mujeres pakistaníes, cada vez que tienen la oportunidad.

Paralelo a esto, Kumail conoce a Emily (Zoe Kazan), una joven estadounidense con la que inicia un romance, pero con quien no se atreve a ir más allá por temor a lo que piense su familia. Sin embargo, cuando ella enferma de repente, su perspectiva acerca de su actitud y de las decisiones que está tomando en su vida empieza a cambiar.

Uno de los grandes aciertos de esta historia es la manera en que la comedia y el drama se entrelazan para contar todos los conflictos internos del personaje principal, que debe enfrentar su esencia contra toda una cultura.

Desde la elección de su profesión, estilo de vida desarraigado de las tradiciones del islam y el poco interés en las mujeres que le presentan, Kumail esconde su verdadero yo ante sus padres para evitar problemas, lo que, además de ser divertido, permite dimensionar qué tan difícil es ser migrante y sentirse más ligado a su país de residencia.

En su parte más dramática, la cinta explora la relación con los suegros, ya que más que con Emily, Kumail comparte gran parte del tiempo con sus padres, interpretados por Holly Hunter y Ray Romano, a quienes poco a poco se va acercando, incluso más que a su propia familia. 

El personaje de Hunter es quizá uno de los más atractivos de toda la película, pues refleja el rol fuerte que deben asumir las madres que luchan contra los sistemas de salud para salvar a sus hijos, cuando no notan mejoría, así como el respaldo emocional que ofrecen cuando estos tienen el corazón roto. 

Por este personaje, la actriz recibió numerosas nominaciones de sociedades de críticos de cine, como Mejor Actriz de Reparto, incluyendo los Independent Spirit Awards, que además reconocieron al filme con el premio a Mejor Primer Guión. Asimismo, obtuvo una nominación al Oscar a Mejor Guión Original, en 2018.

Con una historia mucho más atractiva que la mayoría de comedias románticas recientes, The big sick es una gran oportunidad para apreciar la complejidad de encontrar el amor, más allá de la fantasía, reconocer esa diversidad que, casi siempre, está ausente del género, y regocijarse sin la necesidad de chistes fáciles, sino con la complejidad de vivir y estar enamorado.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Un acto sincero de bondad...

Por @kalosw Jesper es un joven holgazán y apático. A pesar de ser el heredero de una importante compañía del servicio postal no le interesa prepararse para manejar el negocio, así que su padre decide enviarlo a Smeerenburg, una isla en el círculo polar ártico, donde deberá instalar una oficina de correo y entregar, en el transcurso de un año, 6.000 cartas, de lo contrario no recibirá un solo centavo de la fortuna familiar.   Acostumbrado a comer en bandeja de plata y a dormir entre sábanas de seda, Jesper descubre que Smeerenburg es un pueblo gris, sin alegría, donde dos clanes, los Ellingboe y los Krum, están en conflicto desde tiempos inmemoriales, siendo tal la rivalidad que ni siquiera los niños son mandados a la escuela para que no se mezclen “con los engendros de los enemigos”.  En esa isla apartada del mundo, repleta de vecinos iracundos, helados, distantes y violentos, trata de ingeniárselas para cumplir con su misión, pero cada vez que lo intenta fracasa, pues a ...

De lo bizarro a lo conmovedor: Mi reencuentro con Lena Dunham

  Por Camila Caicedo Después de casi diez años de su final, esta semana terminé de ver Girls , la serie creada por Lena Dunham, que en los veinte me hacía sentir identificada con la idea de estar en el mundo para un éxito desmedido, pero no saber por dónde empezar. Ahora que estoy en los treinta, la serie me mostró, en sus últimas temporadas, aquellas amistades que se separan, en especial cuando todas las integrantes viven en una competencia eterna por ser mejor, y las historias irreverentes que me causaron gracia y desespero por su actitud, pero que, a la vez, fueron una muy buena respuesta a la incógnita de qué había pasado con ellas. Así fue que regresé a Lena, “la voz de su generación”, como lo dice el personaje de Hannah a sus 24 años, en el primer episodio de esta propuesta que la puso en el mapa de la televisión estadounidense en 2012, al presentar personajes cargados de trivialidades y narcisismo, sin la estabilidad o vida ideal que han proyectado otros. El reencuentro Por ...

La simplicidad de estar vivos

Por Camila Caicedo La primera vez que me senté frente a Everything Everywhere All That Once o Todo en Todas Partes Al Mismo Tiempo, estaba en un teatro lleno, con algo de tensión por el círculo que me rodeaba, y a pesar de llamarme la atención desde el cartel y la actriz que veía en él, la película (y la situación fuera de la pantalla) me fue saturando tanto que salí algo mareada, confusa y con el deseo de volver a casa.  En mi segundo encuentro con la cinta, que ya empezaba a ser reconocida por sus logros en taquilla, en plataformas y por su impacto cultural, sentí mucha expectativa por volverla a ver, tanto que cada salto en los multiversos que presenta me emocionó como si nunca la hubiera visto, me hizo llorar con la manera en que aborda la relación entre madre e hija y me generó una sensación de esperanza total en el futuro cinematográfico, gracias a The Daniels, el dúo de directores jóvenes que unidos habían logrado semejante hazaña.  Sin embargo, para escribir esta reseñ...