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The Wolf of Wall Street






Leonardo Dicaprio en un papel en el que demuestra todas sus destrezas como actor, un personaje que atraviesa varias etapas, desde la gloria absoluta hasta la decadencia y el fracaso. Una historia de cómo un negocio subió como una espuma de sexo, drogas y dinero, y cayó en picada, dejando una nube de polvo.

Martin Scorsese, director de este filme, tuvo una gran producción, recreando mansiones, automóviles, orgías y fiestas, impactando a los espectadores con la cantidad de lujos y derroche que ostentaron los personajes en la vida real.

No obstante, Scorsese se extendió de más, dándole mucho espacio al festejo, dejando la trama central para después de la primera hora, es decir, que el clímax de la actuación de Dicaprio llegue mucho después del inicio de la película.

Un negocio bien planteado, el éxito de toda una compañía que se desvaneció, por los excesos de sus miembros, pero que sigue siendo un ejemplo de habilidad, por lo que su personaje principal merece ser exaltado.

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