Ir al contenido principal

Whiplash


Whiplash es una sinfonía de obsesiones, un relato sencillo que se cuenta a ritmo de jazz, y que trasciende gracias a dos soberbias actuaciones.

El baterista Andrew Newman (Miles Teller) estudia su primer año en el conservatorio de música Shaffer, el número uno de Nueva York, allí está dispuesto sacrificar sus relaciones  interpersonales y poner en riesgo su físico con tal de ser el mejor baterista de jazz de la historia y no correr el riesgo de ser olvidado. 

En el otro extremo está Terence Fletcher (J. K. Simmons), un maestro de música, que vive para preservar su reputación: perfeccionista, psicótico, mal encarado y de métodos poco convencionales, que llegan al maltrato. 

Fletcher presiona al novato para sacar el máximo de su talento potencial, pero no le da tregua ni cuando el joven demuestra sus habilidades, todo lo contrario, su filosofía se basa en una negación del reconocimiento para que sus alumnos no caigan en la mediocridad.

Las obsesiones de ambos, que parecen ir en un mismo sentido, se chocan por la intensidad que manejan, derivando en un desenlace inesperado. 

Vale la pena resaltar que J. K. Simmons se ganó con creces su premio Oscar en la categoría a Mejor Actor de Reparto. Hace las veces de un villano implacable, un egocéntrico indeseable, que se hace odiar de sus alumnos y del espectador. 

Miles Teller, por su parte, no desentona con la maestría de Simmons, como su personaje es un tipo con todo el potencial para triunfar.

El otro gran acierto de la cinta es el montaje de Damien Chazelle, que le imprime un ritmo narrativo trepidante, gracias a los planos rápidos y a esos sorpresivos detalles que le dan realce a la historia.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Saudó

Dos niños huyen del horror que invade una selva del Pacífico colombiano. La muerte está presente en todo el lugar y parece estar dispuesta a ir por ellos. El recuerdo de esa pesadilla persiste en el diario vivir de Elías, quien pudo salir de esa tierra llena de miedo, y hoy es médico, en la ciudad de Cali, donde vive con su esposa y su hijo Fernando. Voces femeninas le reclaman haberse ido de su pueblo, y le piden regresar, pero su angustia solo se hace evidente cuando nota que Fernando también puede sentir ese llamado, que lo lleva a dibujar los paisajes de los que huyó su padre, cuando tenía su edad, y marcar su ruta de regreso. Saudó es el nombre de esa tierra escondida y macabra, y de la nueva película colombiana, que cobró vida en las salas de cine de todo el país, esta semana. Jhonny Hendrix Hinestroza es el director de esta cinta, que revive una leyenda afro de la época de la esclavitud, con una alta dosis de suspenso, que no deja lugar para las distracciones o...

Un acto sincero de bondad...

Por @kalosw Jesper es un joven holgazán y apático. A pesar de ser el heredero de una importante compañía del servicio postal no le interesa prepararse para manejar el negocio, así que su padre decide enviarlo a Smeerenburg, una isla en el círculo polar ártico, donde deberá instalar una oficina de correo y entregar, en el transcurso de un año, 6.000 cartas, de lo contrario no recibirá un solo centavo de la fortuna familiar.   Acostumbrado a comer en bandeja de plata y a dormir entre sábanas de seda, Jesper descubre que Smeerenburg es un pueblo gris, sin alegría, donde dos clanes, los Ellingboe y los Krum, están en conflicto desde tiempos inmemoriales, siendo tal la rivalidad que ni siquiera los niños son mandados a la escuela para que no se mezclen “con los engendros de los enemigos”.  En esa isla apartada del mundo, repleta de vecinos iracundos, helados, distantes y violentos, trata de ingeniárselas para cumplir con su misión, pero cada vez que lo intenta fracasa, pues a ...

Fragmentos de amor

Y de repente, con una mirada, Susana, una escultora y profesora de natación, ya estaba atrapada en el deseo, en la lujuria de enamorarse, porque ahí, en ese contacto cuerpo a cuerpo, empezaba el amor. Sus anécdotas sexuales eran la llama que avivaba la pasión de Rodrigo, pianista y afinador, que parecía inspirado para amar y componer, después de escucharla. Sin embargo, en sus momentos de soledad, el eco de esos relatos retumbaba como granadas, granadas y bombas que iban en su contra, como las del narcotráfico en Colombia. Su confianza en la mujer que amaba quedaba vuelta añicos y su deseo más firme parecía ser quitarle la máscara. Esa es la historia de Fragmentos de Amor, la nueva película de coproducción colombiana y puertorriqueña que se encuentra en cartelera, y que es contada con voz seductora durante 100 minutos, en las pantallas grandes del país, desde el jueves pasado. Angélica Blandón y el mexicano José Ángel Bichir protagonizan este relato, basado en la novel...