Ir al contenido principal

Detrás de cámaras, el acoso sexual




Por Camila Caicedo.

En el 2016, la periodista Gretchen Carlson denunció a su jefe Roger Ailes, fundador y presidente de Fox News, por acoso sexual. A partir de ese primer paso, muchas otras periodistas y presentadoras de la popular cadena se unieron, afirmando que el poderoso ejecutivo también las había hostigado.

Después de una ardua investigación, y de que Ailes negara todo, se comprobó que más de 20 mujeres habían sido acosadas por él y por otros funcionarios de Fox, quienes fueron despedidos, pero indemnizados con montos millonarios.

Bombshell o El escándalo es la película que retrata esta historia, protagonizada por Charlize Theron, Nicole Kidman y Margot Robbie. Al verla, fue inevitable sentirme cercana a esa vulnerabilidad, al miedo que se hace presente cuando se es intimidado, y que la mayoría de mujeres hemos vivido de cerca, en diferentes niveles.

Primero, la cinta se encarga de presentar a sus personajes principales. Megyn Kelly, periodista política, interpretada por Theron, es una mujer fuerte, que no teme a enfrentarse a figuras influyentes, como los políticos del partido Republicano, y quien en el 2016 estaba en la cúspide de su carrera como entrevistadora. Este es un personaje real.

En ella se puede ver un modelo a seguir y, a su vez, identificar lo expuesta que estaba al cuestionar, en época electoral, a hombres con Donald Trump, haciendo parte de un medio que lo respaldaba. Kelly nunca luce débil y desde el inicio se muestra como una figura determinante para el caso.

Por otro lado está Gretchen Carlson, Nicole Kidman, una presentadora que se esfuerza por generar un estilo y una voz propia dentro del medio, a pesar de haber sido relegada del horario estelar a uno menos popular. Este también es un personaje traído de la realidad, en el que se evidencia el hastío y la decisión de no esconder más un abuso.

Finalmente, Margot Robbie encarna a Kayla Pospisil, un personaje compuesto, en el que se unen algunas de las situaciones incómodas que vivieron las trabajadoras de Fox News, y lo que implicaba para ellas ascender y tener una carrera en ese canal. 

Este es el mejor personaje porque aborda de frente la manera cómo puede verse el acoso sexual, más allá de la violación, así como los motivos que obligan a muchas mujeres a callar: sentir que no tienen opciones para continuar con su vida o que se encuentran frente a rivales inderrumbables. Robbie hace una gran interpretación, gracias a sus gestos, su catarsis y su decisión.

El guion de Charles Randolph enseña la complejidad de ser mujer en una industria liderada por hombres, las dudas sobre sus capacidades, las presiones sobre su vestimenta y cuerpos, y la manipulación sexual que soportan para conservar su trabajo.

Allí, el papel de John Lithgow, quien personifica a Ailes, es fundamental, ya que representa perfectamente el abuso de autoridad y el pensamiento estratega de quienes buscan favorecer a uno cuantos. Esto se hace evidente en sus diálogos y en la manera en que interactúa con las mujeres, con quienes siempre se muestra dominante.

Sin embargo, la película, que fue dirigida por Jay Roach, no profundiza en lo sucedido particularmente a las protagonistas, sino que da pinceladas de lo crítico que era estar bajo el mando de este tipo de hombres, los silencios y el ambiente que se vivía en el medio.



Detalles técnicos

Una de las características técnicas que más me impresionó fue la transformación de Charlize Theron, a quien es difícil reconocer, a pesar de que se conozca de antemano que está en la película, y es que el maquillador Kazu Hiro puso todo en su empeño en que las actrices lucieran idénticas a las periodistas, por lo que la producción se alzó con el Oscar a Mejor Maquillaje y Peinado.

En lo que tiene que ver con la narración, la historia a veces puede ser difícil de seguir, debido a que las escenas son rápidas y a que parecieran estar construidas exclusivamente para el público estadounidense, que seguramente está mucho más relacionado con los personajes o con la tensión política del país, en el contexto en que se presenta. No obstante, eso no evita que se quiera seguir el hilo, para poder atar cabos y entender los motivos que provocaron ciertas determinaciones.

Bombshell es necesaria para el momento histórico que vivimos, en el que la violencia contra la mujer está disparada en el mundo, en especial en América Latina, porque además de generar visibilidad a lo sucedido, permite que se reconozcan y cuestionen muchas de las circunstancias con las que podemos cruzarnos en nuestra vida diaria.

También, porque pone el foco en un tema que aún es censurado, nos da la oportunidad a las espectadoras de sentir mucha más empatía con las víctimas y de adquirir un poco de inspiración en una sala de cine, para atrevernos a hablar más sobre este tema y denunciar siempre cualquier ataque.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La gracia de la desgracia

Muchos deseos son imposibles de contener, como si dentro de nuestro cuerpo calmado, de nuestras palabras serenas, y de nuestra actitud paciente, se albergara una persona distinta, que cuando quiere algo lo reclama, sin importar las circunstancias, consecuencias o la situación en la que se encuentre. Igualmente, dentro de cada uno, vive alguien que es capaz de reírse de las desgracias ajenas, de ver humor en la tragedia, en el peligro y en la vida complicada de quienes despiertan su sed de venganza, antes de abrir los ojos. Y al final, existe otro tipo de mente, que es quizá la más escasa, pues su dueño tiene la capacidad de unir esos elementos perversos, y crear un guión que conquiste las salas de cine, sin la necesidad de recurrir a finales felices o a historias de superación. Ese último individuo es Damián Szifron, el director argentino que de la mano de seis historias dramáticas, generó risas culpables y buenas críticas del público atraído por un título simple: Relat

Cicatrices compartidas II: Brad Pitt

A pesar de que Brad Pitt tiene casi el doble de la edad que Heath Ledger tenía cuando interpretó al Joker de ‘Batman, el caballero de la noche’, el actor norteamericano sería una excelente alternativa para encarnar al villano, en una hipotética cuarta parte de la saga dirigida por Christopher Nolan. Detalles tan simples como la forma del rostro ya le darían una ventaja competitiva frente a cualquier otro que intente maquillarse como el payaso, ponerse el traje morado de chaleco verde y salir a hacer arder el mundo. Brad, en personajes como el de Jeffrey Goines de la magnífica 12 Monos, ha demostrado que puede encarnar el delirio, que puede reflejar la demencia en sus ojos y desarrollar cualquier tic nervioso, como refregarse la lengua en los labios ocasionalmente y así generar repudio. Además, ¿qué amante del buen cine puede obviar la tremenda interpretación del teniente Aldo Raine, líder de los Bastardos sin Gloria de Tarantino? Con ese trabajo Pitt evidenció que, para repres

Lady Bird

Como un pájaro libre, ‘Lady Bird’, de 17 años, quiere volar lejos de su realidad y de su madre. Y esto es algo normal, porque está a punto de entrar a la universidad, ha empezado a descubrir el amor y se siente frustrada en la ciudad en la que vive, Sacramento, California, porque no tiene un estilo de vida ostentoso y porque su sueño es estudiar en Nueva York. Marion, su madre, que trabaja largos turnos en un hospital, para soportar la crisis económica que atraviesa su familia, no está de acuerdo con su rebeldía y con su decisión de irse lejos, por lo que las peleas y las críticas son un constante de su relación. Crecer nunca fue fácil, y convivir con mamá, especialmente durante la adolescencia femenina, tampoco lo es, por lo que esta historia es todo un espejo de los desencuentros que se dan en esa época, a pesar de que el amor nunca se ausente. Greta Gerwig dirige esta, su ópera prima como directora y su sexto guion, en el que nuevamente se enfoca en la cotidianidad