Ir al contenido principal

Un culto a la libertad



Por Camila Caicedo

La fe mueve montañas, pero también puede cerrar mundos y aprisionar personas. Entre rituales, rezos y cantos se encuentran algunos que no logran sentirse identificados con su creencia (cualquiera que sea), y son aquellos a los que no les quedan más alternativas que perderse a sí mismos, en medio de obligaciones, o escapar, para por fin encontrarse.

Una historia que habla sobre el abandono de un “régimen”, como puede ser considerada, por muchos, la comunidad judía ortodoxa de Satmar, en Williamsburg, Nueva York, es el nuevo éxito de Netflix, la meticulosa miniserie, en materia de investigación social, Unorthodox o Poco ortodoxa.

La vida de Esty, una joven que decide huir de su mundo, inmerso en ese grupo religioso, que está lleno de normas propias e ideales impuestos, como recuperar la cantidad de vidas perdidas en el Holocausto nazi, con nuevos nacimientos, es el argumento central de la producción, que lleva a su personaje principal en un recorrido entre las doctrinas de su pasado y el descubrir de un nuevo mundo, en Berlín.

Primero, debo reconocer que el hecho de que esta serie presente la liberación de una mujer joven de un sistema de naturaleza machista me parece, no solo atractivo, sino también urgente, ya que nos lleva a dimensionar los niveles de maltrato que se escudan en los mandatos de un dios supremo, un estilo de vida ‘ideal’ y en la pureza. 

La actuación de Shira Hass, que interpreta a Esty, permite reconocer los motivos y las decisiones de su personaje. Con sus gestos, evidencia su batalla interna por encajar, en ambos mundos, y el paso a paso que exige cambiar de vida: la frustración, el miedo y los ápices de seguridad que aparecen cuando no queda más que creer en sí misma.

En el guion de Anna Winger, Alexa Karolinski y Daniel Hendler, que está inspirado en el libro Unorthodox: The Scandalous Rejection of My Hasidic Roots, de Deborah Feldman, y que narra la historia real de su vida, se va tejiendo un paralelo entre el pasado de la joven, sus costumbres judías, y su presente, en busca de la libertad. Así, podemos notar cómo Nueva York se pierde entre el modo de vida de los Satmar, tanto que puede ser difícil reconocerla en las escenas, e identificar las restricciones frente al acceso a la tecnología, a la escogencia de pareja, y la ropa y peinados establecidos que hacen parte de esa cultura. 

Por su parte, la capital de Alemania resplandece en pantalla, mostrando su lado más diverso, menos rígido o colonial, para representar una modernidad que contrasta con el conservadurismo, e incluso con la misma Esty. Según lo dicho por los guionistas, en el documental Unorthodox: Detrás de cámaras, que también está en Netflix, esta parte de la historia es distinta a las vivencias de Feldman. 

El idioma es otra de las características más importantes de esta propuesta, ya que gran parte del tiempo los actores hablan en yiddish, la lengua que conservan las comunidades judías ortodoxas en el mundo, lo que era muy necesario, para que la serie fuera lo más cercana posible a la realidad, y además porque nos permite dimensionar el nivel de aislamiento y rigurosidad con el que son criados sus hablantes.

Allí se percibe el gran despliegue que tuvo la producción, para procurar que el elenco fuera cercano o dominara dicho lenguaje, y para que todos los detalles culturales fueran tenidos en cuenta, permitiéndole al público conocer desde adentro ese modo de vida.

La directora, Maria Schrader, también logra que nos sintamos cercanos a su protagonista, al presentar de una forma crítica cómo el ignorar lo que sucede en el mundo, más allá de nuestro propio medio, nos ata las manos para tomar decisiones. 

En sus 4 capítulos, que son suficientes y fácilmente maratoneables, Schrader no teme cuestionar ‘lo sagrado’, para defender la libertad, para darle el valor que se merece. Incluso, podría decirse que genera preguntas acerca de ese mismo elemento en todos los personajes, especialmente en aquellos que parecen ser los elegidos para coartarlo, pero sin la necesidad de que como espectadores conozcamos sus respuestas.

Así, creo que Unorthodox es una oda a la libertad, a la justicia de ser, más allá de las reglas sociales establecidas; un recorrido por una realidad ajena, que mantiene alerta los sentidos, y el nacimiento de un nuevo tipo de heroína, que simplemente, al seguir su instinto, ya está ganando una batalla.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Moana

El futuro de una isla polinesia y de su gente está en manos de su futura líder, una joven de 16 años que deberá ir en contra de los mandatos del actual dirigente, su padre, y recorrer el océano para devolver el equilibrio a la naturaleza. Esta heroína es el personaje principal de Moana: un mar de aventuras, la nueva película de Disney Animation Studios, que una vez más empodera a su protagonista femenina, sin recurrir a la repetida fórmula de la princesa en busca del amor verdadero. Moana es una joven que se siente atraída por el océano desde niña, pero que nunca ha podido ver más allá de lo que dice la orilla. Sin embargo, en el momento en que la comida y ciertos recursos empiezan a escasear, se arriesgará a emprender un viaje en busca de Maui, el semidios que debe devolver una piedra sagrada, para que todo regrese a la normalidad. La cultura de la tribu Maori de Oceanía es la principal protagonista de esta cinta, que conquista al público con sus colores, en especial cua

Cicatrices compartidas II: Brad Pitt

A pesar de que Brad Pitt tiene casi el doble de la edad que Heath Ledger tenía cuando interpretó al Joker de ‘Batman, el caballero de la noche’, el actor norteamericano sería una excelente alternativa para encarnar al villano, en una hipotética cuarta parte de la saga dirigida por Christopher Nolan. Detalles tan simples como la forma del rostro ya le darían una ventaja competitiva frente a cualquier otro que intente maquillarse como el payaso, ponerse el traje morado de chaleco verde y salir a hacer arder el mundo. Brad, en personajes como el de Jeffrey Goines de la magnífica 12 Monos, ha demostrado que puede encarnar el delirio, que puede reflejar la demencia en sus ojos y desarrollar cualquier tic nervioso, como refregarse la lengua en los labios ocasionalmente y así generar repudio. Además, ¿qué amante del buen cine puede obviar la tremenda interpretación del teniente Aldo Raine, líder de los Bastardos sin Gloria de Tarantino? Con ese trabajo Pitt evidenció que, para repres

Un acto sincero de bondad...

Por @kalosw Jesper es un joven holgazán y apático. A pesar de ser el heredero de una importante compañía del servicio postal no le interesa prepararse para manejar el negocio, así que su padre decide enviarlo a Smeerenburg, una isla en el círculo polar ártico, donde deberá instalar una oficina de correo y entregar, en el transcurso de un año, 6.000 cartas, de lo contrario no recibirá un solo centavo de la fortuna familiar.   Acostumbrado a comer en bandeja de plata y a dormir entre sábanas de seda, Jesper descubre que Smeerenburg es un pueblo gris, sin alegría, donde dos clanes, los Ellingboe y los Krum, están en conflicto desde tiempos inmemoriales, siendo tal la rivalidad que ni siquiera los niños son mandados a la escuela para que no se mezclen “con los engendros de los enemigos”.  En esa isla apartada del mundo, repleta de vecinos iracundos, helados, distantes y violentos, trata de ingeniárselas para cumplir con su misión, pero cada vez que lo intenta fracasa, pues a nadie le inter