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Sí, en el primer mundo también pasa



Por Camila Caicedo 

El juicio de los 7 de Chicago es la película acerca de los casi cinco meses de juicio que enfrentaron siete activistas, de diversos grupos en contra de la Guerra de Vietnam, después de ser acusados de incitación a la violencia y conspiración, durante las manifestaciones ocurridas en la Convención Nacional Demócrata de 1968, en Chicago, Estados Unidos.  

Desde el inicio, la cinta, que está disponible en Netflix, llena de emoción y adrenalina al espectador, con un contexto de la situación en el país, los movimientos a los que pertenecían cada uno de los personajes y un poco sobre sus personalidades, con una banda sonora entretenida, que no cae en el lugar común de lo trágico y heroico que les han pintado a las guerras en las que participan los estadounidenses. Solo esta primera parte ya merece un reconocimiento. 

A partir de allí, la historia se encarga de retratar todo el proceso del juicio, cómo fue documentado por la prensa y, por medio de flashbacks, el paso a paso de lo que realmente ocurrió el día de las protestas con los siete implicados.  

El guion de Aaron Sorkin, que también ha escrito cintas como The Social Network o Steve Jobs, tiene la clara intención de dar a conocer todo el sistema corrupto del gobierno estadounidense y de sus instituciones de ese momento, así como sus estrategias de manipulación y el racismo y clasismo de sus funcionarios. Algo que genera mucha frustración, pero que a la vez captura, involucra al espectador con la causa y lo apasiona. 

De igual manera, Sorkin, que también dirige esta propuesta, da lugar a mostrar el gran despliegue mediático que tuvo el proceso, el apoyo ciudadano y el carisma de los acusados, en especial Abbie Hoffman y Jerry Rubin, cofundadores del Partido Internacional de la Juventud o Yippies, que se enfrentaban al juez y hacían reír a todo el tribunal con sus respuestas “impertinentes”. Dichos personajes son interpretados por Sacha Baron Cohen y Jeremy Strong, respectivamente. 

De todos los actores de la película, Cohen es el único nominado al Oscar, en la categoría de Mejor Actor de Reparto. No obstante, el resto del elenco, que está compuesto por grandes actores de esta generación, como Eddie Redmayne y Joseph Gordon Levitt, y por estrellas reconocidas con importantes premios como Michael Keaton y Mark Rylance, resalta en su totalidad, además de generar entusiasmo por simplemente verlos en una nueva propuesta. 

Mi personaje favorito fue el abogado defensor William Kunstler, interpretado por Rylance, que creo debió contar con mayor reconocimiento, ya que representa ese camino entre la fe y la decepción de los entes estatales. Quizá fue con el que me sentí más identificada.  

Así mismo, sobresale el actor Yahya Abdul-Mateen II, que da vida al líder del partido Pantera Negra Bobby Seale, que también fue implicado en ese proceso. Su historia y ejecución del personaje es desgarradora, pero llena de dignidad. 

The Trial of the Chicago 7 tiene seis nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Película, y seguramente tendrá mayores oportunidades en las categorías de Canción original y Edición.  

Esta propuesta es un chance para conocer de primera mano los métodos oscuros que siempre se han movido en las grandes entidades gubernamentales, sin importar el país de origen, y cómo muchos movimientos y líderes son satanizados únicamente porque van en contra de esos intereses.  

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