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Mostrando las entradas con la etiqueta Cine colombiano

Silencio en el Paraíso, una historia que vale por 6.402

Con tan solo 20 años, Ronald es ‘publicista’ en un humilde barrio de Bogotá llamado El Paraíso. Todos los días se dedica a recorrer las empinadas calles en su bicicleta, anunciando, a través de un megáfono, las promociones de los negocios de sus vecinos, a cambio de pequeñas cuotas semanales.   No gana mucho, pero logra mantener a sus 2 hermanos y a su mamá. De lo poco que consigue, debe pagar la ‘seguridad privada’ que, sin solicitarlo, le brinda un grupo de delincuentes.   Cada día el trabajo ‘está más duro’, no hay clientes, los pocos que quedan lo contratan porque lo consideran un buen muchacho, trabajador, serio y sin suerte.   Luego de enamorarse de una de sus vecinas y después de que su hermano empeña la bicicleta, Ronald decide buscar un nuevo empleo, aunque para un joven como él, humilde y sin estudio no hay muchas oportunidades.  No obstante, tras mucho insistir, convence a una de sus vecinas para que lo ayude a ingresar a un empleo promisorio en el sur del país, una ‘empresa

Fragmentos de amor

Y de repente, con una mirada, Susana, una escultora y profesora de natación, ya estaba atrapada en el deseo, en la lujuria de enamorarse, porque ahí, en ese contacto cuerpo a cuerpo, empezaba el amor. Sus anécdotas sexuales eran la llama que avivaba la pasión de Rodrigo, pianista y afinador, que parecía inspirado para amar y componer, después de escucharla. Sin embargo, en sus momentos de soledad, el eco de esos relatos retumbaba como granadas, granadas y bombas que iban en su contra, como las del narcotráfico en Colombia. Su confianza en la mujer que amaba quedaba vuelta añicos y su deseo más firme parecía ser quitarle la máscara. Esa es la historia de Fragmentos de Amor, la nueva película de coproducción colombiana y puertorriqueña que se encuentra en cartelera, y que es contada con voz seductora durante 100 minutos, en las pantallas grandes del país, desde el jueves pasado. Angélica Blandón y el mexicano José Ángel Bichir protagonizan este relato, basado en la novel

Saudó

Dos niños huyen del horror que invade una selva del Pacífico colombiano. La muerte está presente en todo el lugar y parece estar dispuesta a ir por ellos. El recuerdo de esa pesadilla persiste en el diario vivir de Elías, quien pudo salir de esa tierra llena de miedo, y hoy es médico, en la ciudad de Cali, donde vive con su esposa y su hijo Fernando. Voces femeninas le reclaman haberse ido de su pueblo, y le piden regresar, pero su angustia solo se hace evidente cuando nota que Fernando también puede sentir ese llamado, que lo lleva a dibujar los paisajes de los que huyó su padre, cuando tenía su edad, y marcar su ruta de regreso. Saudó es el nombre de esa tierra escondida y macabra, y de la nueva película colombiana, que cobró vida en las salas de cine de todo el país, esta semana. Jhonny Hendrix Hinestroza es el director de esta cinta, que revive una leyenda afro de la época de la esclavitud, con una alta dosis de suspenso, que no deja lugar para las distracciones o

Siempreviva

En una gota de rocío cabe el universo entero. Esa puede ser una alegoría para definir lo que logró el director caleño Klych López, con su película Siempreviva. Con un puñado de actores, un solo escenario y un plano secuencia, en 111 minutos de metraje captó una postal de la miseria que vive la clase media colombiana, y la enmarcó en el holocausto del Palacio de Justicia, ocurrido el 6 de noviembre de 1985. La historia transcurre en un inquilinato en el centro de Bogotá. En una vieja casa del corazón histórico de la capital vive la familia propietaria: Lucía, la mamá, y sus 2 hijos, Humberto y Julieta. El primero es un sujeto sin oficio, que está esperanzado en arreglar una moto para salir a trabajar, y la segunda acaba de terminar sus estudios de Derecho, pero ante las afugias económicas ha aceptado un trabajo como cajera de la cafetería del Palacio de Justicia, que está a pocas cuadras de esta residencia. Entre los inquilinos está la pareja conformada por Vicky y Sergio,

La Tierra y la sombra

Alfonso es un viejo campesino que retorna después de 17 años al hogar que abandonó, debido a que su único hijo padece una grave enfermedad. Al llegar a la región descubre que todo lo que alguna vez conoció ya no existe y que su familia está a punto de ser desplazada. Esta es la sinopsis oficial de La Tierra y la Sombra, película colombiana que, en el 2015, ganó, entre otros premios, la Cámara de Oro en Cannes como Mejor Ópera Prima, y que este fin de semana fue seleccionada por los premios Macondo de la Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas como la Mejor Película de 2016. La película escrita y dirigida por César Augusto Acevedo es un viaje íntimo a la nostalgia. Es una historia simple, contemplativa, sin apuros. De diálogos sencillos y profundos silencios, de planos hermosos que parecen obras pictóricas, fieles representaciones de la vida costumbrista. El director de fotografía realizó un trabajo memorable, quizás una de las mejores apuestas de toda la

Chocó

Esa historia que se repite constantemente en muchos rincones del mundo, se transforma en Pacífico colombiano, gracias a Chocó, la película de 2012 dirigida por Jhonny Hendrix Hinestroza. La idiosincrasia de la comunidad chocoana se hace tangible a través del paisaje y las costumbres que se reflejan en cada una de las escenas de esta cinta, que hace foco sobre una realidad que aún no alcanza protagonismo en la cartelera nacional, pero que es una de las más firmes de la cultura colombiana. Chocó, el personaje principal, es una madre cabeza de familia, que debe caminar por trochas para llegar a su primer trabajo, que consiste en recolectar oro para colonizadores paisas, empleando métodos peligrosos. En las tardes lava la ropa de sus vecinos en el río, acompañada de sus hijos, y de vez en cuando recorre las montañas para evocar su niñez, sus recuerdos y sueños, que siguen vivos a pesar de la adversidad. Mientras conversa, canta al viento con sus compañeras acerca